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Visceral, Académico o Ambos v2

  • Writer: MIGUEL A MERCADO-MORALES
    MIGUEL A MERCADO-MORALES
  • Feb 7
  • 5 min read

A wooden walkway leads to a modern white building on a rocky shore, under a cloudy sky. The structure has tall pillars and a serene mood.

Steilneset Memorial por Peter Zumthor and Louise Bourgeois

REFLEXION 2

Aunque algunos arquitectos son encasillados como viscerales porque basan sus obras en la intuición, la emoción, y la experiencia sensorial, y otros como académicos, porque siguen una aproximación más teórica, racional y basada en normas establecidas, los arquitectos deben poder manejar ambas aproximaciones en sus diseños. La arquitectura es una disciplina única que combina conocimiento técnico y científico con visión artística. Aunque opacados por la experiencia sensorial que provocan, las grandes obras viscerales también conllevaron consideraciones técnicas importantes y hay personas que encuentran belleza y arte en la expresión de arquitectos considerados puramente académicos. Existe un grupo privilegiado de arquitectos que ha logrado equilibrar lo visceral y lo académico, combinando emoción y exploración formal con un sólido marco teórico y metodológico.


La arquitectura como ciencia, implica el conocimiento y aplicación de principios de ingeniería, estructuras, materiales, historia, y consideraciones ambientales. Requiere comprensión y dominio de la física, las matemáticas, y la tecnología para crear edificios seguros y funcionales.  Como arte, la arquitectura se centra en la creatividad, la estética y la expresión de la cultura, las experiencias humanas, y la historia. Involucra el diseño, la forma, el espacio, y cómo las estructuras interactúan con su entorno y las personas que las experimentan.


La arquitectura orgánica y onírica de Antonio Gaudí, considerado un arquitecto visceral, conllevó importantes consideraciones técnicas para poderse construir. Inclusive, algunos arquitectos cuestionaron si sus diseños de la Sagrada Familia eran posibles de construir.

La Sagrada Familia por Antonio Gaudi


Las formas retorcidas y dinámicas del Guggenheim de Bilbao diseñadas por Frank Gehry, otro arquitecto considerado visceral, no hubiesen podido construirse sin el uso de programas de computadoras modernos que pueden ejecutar complejos algoritmos para resolver las restricciones tecnológicas que presentaba el diseño de Gehry.

Guggenheim de Bilbao por Frank Gehry


¿Quién podría pensar que la iglesia diseñada por Le Corbusier, Notre-Dame du Haut es una obra de un arquitecto considerado académico? Aunque Le Corbusier tenía una sólida formación en teoría arquitectónica y aplicó principios de diseño en su obra, Notre-Dame du Haut es un claro ejemplo de cómo la arquitectura puede ser una expresión profundamente visceral y emocional.  Notre-Dame du Haut es conocida por su diseño innovador y su forma escultural, así como por la manera en que utiliza la luz natural para crear un ambiente espiritual.


Notre Dame du por Haut por Le Corbusier


Las obras de Louis Kahn, con su base racional y geométrica, también logra una dimensión espiritual muy fuerte en los que la experimentan. Tadao Ando usa principios geométricos rigurosos en su obra (aproximación académica), pero sus espacios generan fuertes experiencias emocionales a través de la luz, la sombra y la textura (aproximación visceral).

Jatiyo Sangsad Bhaban por Louis Kahn

Iglesia de la Luz por Tadao Ando


Vitruvio, en su obra De Architectura, estableció tres principios fundamentales para el diseño arquitectónico que aún se consideran vigentes: firmitas (firme), utilitas (útiles), y venustas (bellos).  El enfoque ideal en la arquitectura reside en un equilibrio entre las aproximaciones visceral y académica, logrando así la integración perfecta de estos tres principios. Mientras que la arquitectura académica se centra principalmente en la firmitas y la utilitas, la visceral aporta la venustas. Un buen arquitecto debe considerar y poder manejar ambas aproximaciones en sus diseños.  Puede ser que en sus obras una de ellas asuma un papel más relevante que la otra, pero el buen diseño arquitectónico debe incluir ambas.  ¿Se debe considerar "arquitectura" un bello edificio que no se pueda sostener o que no responda a las necesidades de las personas que lo habitan o un edificio firme que no genere emociones en las personas que interactúan con él?  El buen diseño arquitectónico debe lograr equilibrar lo visceral y lo académico.  Debe combinar rigor teórico, funcionalidad y viabilidad técnica con una fuerte expresión sensorial y emocional.  El balance entre intuición y método es lo que distingue las grandes obras de arquitectura.  Cuál de las dos aproximaciones debe asumir un rol protagónico en el diseño, depende del contexto, la intención del arquitecto, y la prioridad del promotor de la obra.  La aproximación académica es crucial para que los edificios sean funcionales, sostenibles, y viables estructuralmente.  La misma es más relevante en la arquitectura comercial y corporativa, la academia, la investigación, y la arquitectura urbana y pública, aunque en esta última una combinación de ambas aproximaciones que considere la sensibilidad de la escala del ser humano y el impacto social es ideal.  La visceral es clave en proyectos donde la experiencia espacial, la identidad cultural, y la sensibilidad estética tienen un papel fundamental, como proyectos de iglesias o templos, proyectos culturales, museos, y casas particulares.


Un gran ejemplo de un arquitecto que lograba equilibrar la aproximación visceral con la académica lo fue Jorn Utzon. Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de Dinamarca donde obtuvo una sólida base teórica. Allí fue alumno de Kay Fisker y Steen Eiler Rasmussen, dos arquitectos con una visión racionalista y funcionalista. Su enfoque al diseño era, sin embargo altamente intuitivo y experimental, influenciado por sus viajes y su fascinación por la naturaleza, la cultura y las formas orgánicas. También fue influenciado por el modernismo escandinavo, que combinaba simplicidad, respeto por la naturaleza y un enfoque humanista. Luego de graduarse trabajó con Alvar Aalto en Finlandia, una de las figuras clave del modernismo orgánico. De Aalto aprendió a combinar tecnología y artesanía, así como la importancia de la luz, el material y el entorno en la arquitectura. Uno de sus referentes clave fue el ingeniero suizo Pier Luigi Nervi, conocido por sus estructuras innovadoras de hormigón armado. También admiró el trabajo de Frank Lloyd Wright, especialmente su capacidad para integrar arquitectura y el paisaje.


La Casa Can Lis, diseñada por Utzon y construida en el 1972 en Mallorca España para él y su familia, es una excelente demostración de su capacidad de balancear la aproximación visceral y la académica. La casa no sigue una planificación convencional. Se organiza en una serie de pabellones independientes orientados según la luz solar y las vistas al mar Mediterráneo. La elección de la piedra arenisca, la cerámica y la madera no responde solo a una lógica estructural, sino a una búsqueda de integración sensorial con el paisaje y el clima. Las habitaciones de la casa no siguen una jerarquía clara, ni una estructura simétrica. Cada espacio está diseñado para generar experiencias diferentes en función del momento del día y la relación con la naturaleza. Demostrando su gran capacidad base académica, a pesar de su aparente organicidad, los volúmenes de la casa están diseñados con una rigurosa modulación geométrica. Cada pabellón se basa en una proporción cuidadosa. La disposición de los muros y aberturas responde a un análisis preciso de la luz, los vientos y la temperatura, asegurando un confort térmico que no depende de sistemas mecánicos.






Casa Can Lis por Jorn Utzon


A pesar de poseer una sólida base académica, Utzon no diseñaba de manera puramente racionalista. Su proceso era altamente experimental y a menudo comenzaba con bocetos abstractos y modelos físicos. No buscaba soluciones convencionales, sino que exploraba formas y estructuras inspiradas en la naturaleza y en principios universales. Utzon no puede encasillarse solo como académico o solo como visceral. Logró combinar su conocimiento técnico con una sensibilidad artística y exploratoria, lo que lo convierte en uno de los grandes influyentes de la arquitectura.

 
 
 

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